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Cómo pueden los datos climáticos mejorados ayudar al mercado de bonos municipales

LONDRES – La pandemia COVID-19 ha incrementado la toma de conciencia sobre la posibilidad de que ocurran eventos “cisne verde”, así como sobre las oportunidades de tener una mayor visión de futuro con respecto a riesgos crónicos y agudos, incluidos aquellos relacionados con el cambio climático. Los análisis de escenarios que utilizan proyecciones climáticas futuras provenientes de modelos estandarizados pueden, por lo tanto, llegar a adquirir cada vez mayor relevancia como otra fuente de información para apoyar la evaluación de riesgos.

Más específicamente, los análisis de escenarios y la mejora de los datos pueden coadyuvar en desarrollar más nuestra comprensión de los desafíos a largo plazo a los que se enfrentan los emisores de bonos municipales en Estados Unidos, y pueden ayudar a informar sobre los análisis de las posibles amenazas climáticas que enfrentan los pueblos y ciudades estadounidenses. Contar con mayor información podría hacer posible que los emisores de bonos demuestren la solidez de sus estrategias de resiliencia y adaptación climática, sus medidas de mitigación de riesgos, así como las formas en las que se podrían financiar tales medidas – y, todo lo antedicho podría contribuir a una mayor divulgación de información (y, que dicha divulgación contenga información  más útil y más comparable).

Tales esfuerzos son importantes, debido a que los riesgos climáticos pueden ser cada vez más relevantes para muchos emisores de bonos municipales estadounidenses. En nuestra opinión, la divulgación consistente de estos riesgos ha estado faltado desde hace algún tiempo en el mercado de bonos municipales de Estados Unidos, mercado que cuenta con 3,8 millones de millones de dólares.  Los datos alternativos pueden hacer que se enfoque la atención con mayor nitidez en las áreas donde los riesgos climáticos físicos pueden ser más pronunciados, y estos datos pueden fomentar una mayor toma de conciencia sobre los beneficios de una divulgación mejorada y que contenga información más comparable.

Nuestra investigación revela que muchos municipios estadounidenses enfrentan riesgos climáticos crónicos, cuya materialización a mediano y largo plazo es cada vez más probable. Por ejemplo, se prevé que hasta el año 2050 la escasez de agua afectará al 38% de los condados en Estados Unidos dentro de un escenario climático de alta tensión, lo que se traduce en un desafío potencial considerable para las empresas municipales de agua, las compañías eléctricas de propiedad pública y los gobiernos locales.

Mientras tanto, es probable que el riesgo de olas de calor continúe aumentando a lo largo y ancho de todo Estados Unidos, y el Estado de Florida sea particularmente vulnerable al impacto económico negativo, que incluye una reducción de la productividad de los trabajadores. Los incendios forestales, a menudo provocados por las altas temperaturas veraniegas y las escasas precipitaciones fluviales, ya están demostrando ser un riesgo, especialmente en los Estados del oeste y el sureste, donde dichos incendios causan alzas en los costos de transporte, ponen bajo tensión a las redes de servicios públicos, y causan daños a las economías locales.

Por último, el riesgo de elevación del nivel del mar y de inundaciones de ríos es más grave en el Estado de Luisiana, que pronosticamos tendrá el mayor número de condados afectados hasta el año 2050. Las entidades municipales en condados propensos a inundaciones podrían enfrentar costos crecientes asociados con la construcción de nuevos edificios e infraestructuras que confronten con resiliencia el cambio climático. Si los municipios en áreas de alto riesgo no adoptan estrategias financieras o estrategias de adaptación y resiliencia, permanecerán expuestos a estos peligros materiales que, si no se mitigan, podrían afectar negativamente su solvencia crediticia.

Los municipios estadounidenses están más familiarizados con los riesgos climáticos agudos, como por ejemplo los fenómenos meteorológicos extremos. Pero, para algunos, es probable que las amenazas climáticas más importantes sean las amenazas crónicas, y no así las catástrofes naturales aisladas. Además, las escalas de tiempo más largas de estos riesgos crónicos a veces están desalineadas con los períodos de pronóstico financiero de muchos emisores.

Esta desalineación se ve agravada por la dificultad de medir la severidad potencial de estos riesgos y determinar el período durante el cual pueden intensificarse. Además, la eficacia de las posibles medidas de mitigación, así como su sincronización temporal, costo, y financiación, añaden una capa adicional de complejidad e incertidumbre. Esto puede dificultar la comprensión y cuantificación de la gama de las posibles consecuencias vinculadas a los riesgos climáticos, y los cambios que los municipios podrían implementar para fomentar la resiliencia.

Para abordar este desafío, S&P Global Ratings ha estado explorando el uso de datos de nuestra empresa hermana Trucost para considerar la exposición potencial de los municipios estadounidenses a riesgos climáticos a largo plazo mediante el examen de diferentes escenarios climáticos potenciales. Estos datos mejorados y el análisis exploratorio podrían permitir un análisis más profundo de los riesgos y fomentar un diálogo sobre cómo las entidades perciben los riesgos potenciales futuros, así como qué medidas se pueden considerar para mitigar y prepararse para hacer frente a dichos riesgos.

La solvencia crediticia de un municipio puede debilitarse con el tiempo si dicho municipio no mitiga los riesgos climáticos mediante otros factores crediticios, como la planificación financiera y de capital o la coordinación con otras entidades gubernamentales. El análisis de escenarios puede identificar riesgos y oportunidades materiales antes de que surjan, simular la resiliencia organizacional, y ayudar a evaluar si otros factores pueden mitigar suficientemente el riesgo climático a largo plazo de un emisor.

Al mismo tiempo, la aplicación de diferentes escenarios (incluyendo pruebas de tensión frente a escenarios más extremos) puede dar a los emisores la oportunidad de demostrar la solidez de sus estrategias de adaptación, ya sean las actuales o las planificadas. Habida cuenta del amplio espectro de emisores municipales de Estados Unidos, un conjunto de datos enriquecido y una divulgación más consistente por parte de las entidades municipales estadounidenses respecto a los peligros potenciales podrían mejorar la evaluación del vínculo entre diversos riesgos físicos potenciales, y los mitigadores de riesgos y la calidad crediticia.

El Grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD) sugiere utilizar escenarios disponibles provenientes del Quinto Informe de Evaluación (AR5) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático Estos reflejan cuatro posibles vías de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) (conocidas como Trayectorias de Concentración Representativas, o Trayectorias RCP) y posibles escenarios hasta el año 2100. Cada escenario fija el nivel de concentración de GEI en la atmósfera, lo que da como resultado un cambio asociado a la temperatura promedio mundial (en comparación con la línea de base histórica del período 1986 a 2005). Esto permite una mayor estandarización en la formulación de informes sobre riesgos climáticos.

Los informes estandarizados mejorados podrían ayudar a los municipios estadounidenses a compararse con otros que enfrentan riesgos climáticos similares e identificar desafíos a largo plazo. En la actualidad, sin embargo, no existen iniciativas significativas en este sentido dentro del mercado de finanzas públicas de Estados Unidos. En ausencia de un estándar para la industria o el sector, las mejores prácticas, o los requisitos regulatorios, la divulgación mejorada por parte de emisores o proveedores de datos independientes podrían facilitar el análisis comparativo de la gama de posibles exposiciones a riesgos físicos, así como las medidas actuales y planificadas para mitigar dichos riesgos.

Traducción del inglés: Rocío L. Barrientos.

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