BOSTON – Si bien gran parte del mundo hoy padece una sobrecarga de información, todavía hay lugares donde la información es escasa. Y esa escasez a veces se cobra vidas.
En el pabellón de maternidad de la mayor instalación de salud pública de Zanzíbar, el Hospital Mnazi Mmoja, los datos de los pacientes se anotan en un pizarrón. La información en la pizarra consiste en la cantidad de mujeres admitidas, el tipo y gravedad de sus trastornos y si sobrevivieron o no.
Esos datos pueden ser mejor que nada, pero no son gran cosa. No hay fechas ni horas ni sistemas de archivo de largo plazo. Está estrictamente prohíbo tomar fotografías del pizarrón, por lo que los registros duran sólo mientras permanecen allí.
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The OpenAI saga – in which founder and CEO Sam Altman was suddenly fired and then reinstated, together with a new governing board – may have been enthralling, but it was neither novel nor surprising. Historically, capital usually wins out when there are competing visions for the future of an innovative product or business model.
shows why OpenAI’s efforts to preserve its founding non-profit mission never stood any chance.
Climate change is expected to displace tens of millions of people by mid-century, especially in the Global South. By enhancing international cooperation, we could improve the lives and livelihoods of the displaced and develop sustainable solutions that enable affected communities to rebuild.
urge leaders to take a holistic approach to addressing the sharp increase in weather-related displacement.
Antara Haldar
advocates a radical rethink of development, explains what went right at the recent AI Safety Summit, highlights the economics discipline’s shortcomings, and more.
BOSTON – Si bien gran parte del mundo hoy padece una sobrecarga de información, todavía hay lugares donde la información es escasa. Y esa escasez a veces se cobra vidas.
En el pabellón de maternidad de la mayor instalación de salud pública de Zanzíbar, el Hospital Mnazi Mmoja, los datos de los pacientes se anotan en un pizarrón. La información en la pizarra consiste en la cantidad de mujeres admitidas, el tipo y gravedad de sus trastornos y si sobrevivieron o no.
Esos datos pueden ser mejor que nada, pero no son gran cosa. No hay fechas ni horas ni sistemas de archivo de largo plazo. Está estrictamente prohíbo tomar fotografías del pizarrón, por lo que los registros duran sólo mientras permanecen allí.
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