Koch protest Spencer Platt/Getty Images

La democracia resquebrajada de Estados Unidos

NUEVA YORK – Los desvaríos del presidente norteamericano, Donald Trump, contra el acuerdo climático de París de 2015 son, en parte, producto de su ignorancia y narcisismo. Sin embargo, representan algo más. Son el reflejo de la profunda corrupción del sistema político estadounidense que, según una evaluación reciente, ya no es una "democracia plena". La política estadounidense se ha convertido en un juego de poderosos intereses corporativos; recortes de impuestos para los ricos, desregulación de las empresas mega-contaminadoras y guerra y calentamiento global para el resto del mundo. 

Seis de los países del G7 trabajaron horas extras la semana pasada para persuadir a Trump sobre  el cambio climático, pero Trump resistió. Los líderes europeos y japoneses están acostumbrados a tratar a Estados Unidos como un aliado en cuestiones clave. Con Trump en el poder, es una costumbre que están repensando.

El problema, sin embargo, va más allá de Trump. Quienes vivimos en Estados Unidos sabemos de primera mano que las instituciones democráticas en el país se han deteriorado marcadamente en las últimas décadas, tal vez inclusive desde los años 1960, cuando los norteamericanos empezaron a perder confianza en sus instituciones políticas. La política estadounidense se ha vuelto cada vez más corrupta, cínica y desapegada de la opinión pública. Trump no es más que un síntoma, aunque estremecedor y peligroso, de este malestar político más profundo.

https://prosyn.org/8dJn2ukes