The Women's March 'Power to the Polls' Sam Morris/Getty Images

Donald Trump y la disminución del poder suave de Estados Unidos

CAMBRIDGE – La evidencia es clara. La presidencia de Donald Trump ha erosionado el poder blando de Estados Unidos. Sólo el 30% de las personas encuestadas recientemente por Gallup en 134 países tenían una opinión favorable de Estados Unidos bajo el liderazgo de Trump, una caída de casi 20 puntos desde la presidencia de Barack Obama. El ‘Pew Research Center’ determinó que China, con un índice de aprobación del 30%, había alcanzado una casi paridad con Estados Unidos. Y, un índice británico, The Soft Power 30, mostró que Estados Unidos se deslizó desde el primer lugar el 2016 al tercer lugar el año pasado.

Los defensores de Trump responden con el argumento de que el poder blando no importa. El director de presupuesto de Trump, Mick Mulvaney, promulgó un “presupuesto de poder duro” simultáneamente a su implementación del recorte del 30% en los fondos destinados al Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Para los promotores de “Estados Unidos en primer lugar”, lo que el resto del mundo piense ocupa un segundo lugar. ¿Están ellos en lo cierto?

El poder blando se basa en la atracción en lugar de la coacción o el pago. Convence a las personas a unirse a un cometido, en lugar de coaccionarlas. A nivel personal, los padres sabios saben que su poder será mayor y durará más si modelan sólidos valores éticos para sus hijos, en lugar de confiar sólo en azotes, concesiones o en quitarles las llaves del coche. 

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