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¿Debemos preocuparnos por las brechas de ingreso al interior de los países o entre ellos?

CAMBRIDGE – Cada otoño, al comienzo de clases hago a mis alumnos la pregunta de si es mejor ser pobre en un país rico, o rico en un país pobre. Por lo general, esto da pie a un debate intenso y prolongado. Pero es posible reformular la pregunta en una versión más estructurada y limitada, para la que sí hay una respuesta concluyente.

Afinemos el enfoque en los ingresos y supongamos que a la gente le importan solo sus propios niveles de consumo (sin importar la desigualdad ni otras condiciones sociales). Los “ricos” y los “pobres” son quienes se encuentran en los 5% superior e inferior de la distribución del ingreso, respectivamente. En un país rico típico, el 5% más pobre de la población suele recibir cerca del 1% del ingreso nacional. La información es mucho más escasa para los países pobres, pero no sería muy descabellado suponer que el 5% más rico recibe un 25% del ingreso nacional.

De manera similar, supongamos que los países ricos y pobres son los ubicados en los 5% superiores e inferiores de todos los países, ordenados por ingreso per cápita. En un país pobre típico (como Liberia o Níger) eso sería cerca de $1000, en comparación con los $65 000 de un país rico típico (como Suiza o Noruega). (Estos ingresos se ajustan siguiendo los diferenciales de coste de vida o poder de compra, de manera que se puedan comparar directamente).

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