CAMBRIDGE – Desde que los economistas revelaron cuánto las universidades contribuyen al crecimiento económico, los políticos han prestado mayor atención a la educación superior. Sin embargo, al hacerlo a menudo ellos interpretan erróneamente el papel que desempeñan las universidades en formas que socaban sus políticas en el ámbito educativo.
Por ejemplo, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, ha enfatizado repetitivamente la necesidad de aumentar el porcentaje de jóvenes estadounidenses que obtienen un título universitario. Sin duda, este es un objetivo meritorio que puede contribuir a la prosperidad nacional y que puede ayudar a que los jóvenes alcancen el sueño americano. Sin embargo, los economistas que han estudiado la relación entre la educación y el crecimiento económico confirman lo que el sentido común sugiere: el número de títulos universitarios no es, ni de lejos, tan importante como el nivel y la calidad del desarrollo de las habilidades cognitivas de los estudiantes, como ser el desarrollo del pensamiento crítico y de la capacidad para resolver problemas.
No reconocer este punto puede acarrear consecuencias significativas. A medida que los países adoptan la educación superior masiva, el costo de mantenimiento de las universidades se incrementa dramáticamente en comparación a un sistema de élite. Debido a que los gobiernos tienen muchos otros programas que apoyar – y las personas se muestran renuentes a pagar más impuestos – encontrar el dinero para pagar por tales esfuerzos se torna cada vez más difícil. Por lo tanto, las universidades deben tratar de proporcionar una educación de calidad a una mayor cantidad de estudiantes, gastando la menor cantidad de dinero que sea posible.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Antara Haldar
advocates a radical rethink of development, explains what went right at the recent AI Safety Summit, highlights the economics discipline’s shortcomings, and more.
The prevailing narrative that frames Israel as a colonial power suppressing Palestinians’ struggle for statehood grossly oversimplifies a complicated conflict and inadvertently vindicates the region’s most oppressive regimes. Achieving a durable, lasting peace requires moving beyond such facile analogies.
rejects the facile moralism of those who view the ongoing war through the narrow lens of decolonization.
The far-right populist Geert Wilders’ election victory in the Netherlands reflects the same sentiment that powered Brexit and Donald Trump’s candidacy in 2016. But such outcomes could not happen without the cynicism displayed over the past few decades by traditional conservative parties.
shows what Geert Wilders has in common with other ultra-nationalist politicians, past and present.
Log in/Register
Please log in or register to continue. Registration is free and requires only your email address.
CAMBRIDGE – Desde que los economistas revelaron cuánto las universidades contribuyen al crecimiento económico, los políticos han prestado mayor atención a la educación superior. Sin embargo, al hacerlo a menudo ellos interpretan erróneamente el papel que desempeñan las universidades en formas que socaban sus políticas en el ámbito educativo.
Por ejemplo, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, ha enfatizado repetitivamente la necesidad de aumentar el porcentaje de jóvenes estadounidenses que obtienen un título universitario. Sin duda, este es un objetivo meritorio que puede contribuir a la prosperidad nacional y que puede ayudar a que los jóvenes alcancen el sueño americano. Sin embargo, los economistas que han estudiado la relación entre la educación y el crecimiento económico confirman lo que el sentido común sugiere: el número de títulos universitarios no es, ni de lejos, tan importante como el nivel y la calidad del desarrollo de las habilidades cognitivas de los estudiantes, como ser el desarrollo del pensamiento crítico y de la capacidad para resolver problemas.
No reconocer este punto puede acarrear consecuencias significativas. A medida que los países adoptan la educación superior masiva, el costo de mantenimiento de las universidades se incrementa dramáticamente en comparación a un sistema de élite. Debido a que los gobiernos tienen muchos otros programas que apoyar – y las personas se muestran renuentes a pagar más impuestos – encontrar el dinero para pagar por tales esfuerzos se torna cada vez más difícil. Por lo tanto, las universidades deben tratar de proporcionar una educación de calidad a una mayor cantidad de estudiantes, gastando la menor cantidad de dinero que sea posible.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in