

Though Polish voters in October ousted their right-wing populist government, recent elections in Slovakia and the Netherlands show that populism remains as malign and potent a political force as ever in Europe. But these outcomes also hold important lessons for the United States, where the specter of Donald Trump’s return to the White House haunts the runup to the 2024 presidential election.
LONDRES – Antes de ser presidente de Estados Unidos, Donald Trump construyó un personaje de telerrealidad cimentado en el slogan “Estás despedido”. Ahora, es él a quien el pueblo estadounidense despidió de su cargo. Y, la derrota de Trump también ha asestado un golpe demoledor a los populistas nacionalistas en Europa y otros lugares. ¿Podría llegar a ser letal este golpe?
Los pantanos que fecundan el nacionalismo populista no han sido drenados. Demasiadas personas siguen frustradas por la pérdida percibida (o esperada) de su condición económica y social, y se sienten ignoradas o difamadas por los políticos de la corriente principal. El estancamiento salarial, la desindustrialización y la injusticia económica continúan siendo desafíos serios. Muchas personas están convencidas de que la inmigración y el cambio cultural representan una amenaza para su seguridad y forma de vida. La crisis del COVID-19 ha agravado estas ansiedades.
La persistencia de estos temores y frustraciones se reflejó en el resultado de las elecciones estadounidenses. Si bien el presidente electo Joe Biden obtuvo una cifra en las urnas que sobrepasa por más de cinco millones de votos la obtenida por Trump (una ventaja de 3,4 puntos porcentuales), más de 72 millones de estadounidenses aún emitieron su voto a favor del presidente saliente.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in