CAMBRIDGE – Las compensaciones de los altos ejecutivos es ahora una preocupación central de los consejos de las empresas y de las instancias reguladoras gubernamentales. Hay un aspecto de este debate que sin embargo amerita un mayor escrutinio: la libertad de los ejecutivos para elegir el momento en el que quieren vender sus incentivos compuestos por acciones. Los acuerdos de remuneración normales ofrecen a los ejecutivos una gran discreción sobre el momento en el que deciden vender participaciones y ejercer opciones que les han concedido. Esta discreción es innecesaria e indeseable.
CAMBRIDGE – Las compensaciones de los altos ejecutivos es ahora una preocupación central de los consejos de las empresas y de las instancias reguladoras gubernamentales. Hay un aspecto de este debate que sin embargo amerita un mayor escrutinio: la libertad de los ejecutivos para elegir el momento en el que quieren vender sus incentivos compuestos por acciones. Los acuerdos de remuneración normales ofrecen a los ejecutivos una gran discreción sobre el momento en el que deciden vender participaciones y ejercer opciones que les han concedido. Esta discreción es innecesaria e indeseable.