NUEVA YORK – La democracia está de vuelta en las cabezas de las autoridades. El Presidente estadounidense Joe Biden tiene planes de celebrar una cumbre sobre este tema y mi buzón de entrada está lleno de invitaciones a eventos sobre democracia y derechos humanos.
Este renovado interés no es una buena noticia; más bien, refleja la erosión de la democracia y el respeto de los derechos humanos ocurrida en los años recientes. La Freedom House informa que menos del 20% de la población mundial vive hoy en lo que clasifica como sociedades plenamente libres, la menor proporción en más de un cuarto de siglo. Muchos países están derivando hacia el autoritarismo.
Son bien conocidas las razones por las que la democracia está en problemas. En varios países, la desigualdad y marginación de distintos grupos ha impulsado la adopción de autoritarismos de derechas (y, en algunos casos, de izquierdas). A medida que el planeta se adapta a un rápido cambio tecnológico y la reestructuración económica, muchos no están convencidos de la idoneidad de las democracias en términos de adaptación y formulación de políticas de avanzada. El deficiente manejo de la pandemia por parte de varias democracias no ha hecho más profundizar estas dudas.
NUEVA YORK – La democracia está de vuelta en las cabezas de las autoridades. El Presidente estadounidense Joe Biden tiene planes de celebrar una cumbre sobre este tema y mi buzón de entrada está lleno de invitaciones a eventos sobre democracia y derechos humanos.
Este renovado interés no es una buena noticia; más bien, refleja la erosión de la democracia y el respeto de los derechos humanos ocurrida en los años recientes. La Freedom House informa que menos del 20% de la población mundial vive hoy en lo que clasifica como sociedades plenamente libres, la menor proporción en más de un cuarto de siglo. Muchos países están derivando hacia el autoritarismo.
Son bien conocidas las razones por las que la democracia está en problemas. En varios países, la desigualdad y marginación de distintos grupos ha impulsado la adopción de autoritarismos de derechas (y, en algunos casos, de izquierdas). A medida que el planeta se adapta a un rápido cambio tecnológico y la reestructuración económica, muchos no están convencidos de la idoneidad de las democracias en términos de adaptación y formulación de políticas de avanzada. El deficiente manejo de la pandemia por parte de varias democracias no ha hecho más profundizar estas dudas.