Thalidomide SSPL/Getty Images

Enseñándole nuevos trucos a los medicamentos

CHARLOTTESVILLE – Producir medicamentos efectivos requiere de enormes inversiones de tiempo y dinero. La droga promedio en el mercado hoy pasó diez años en el laboratorio y en ensayos clínicos, y su desarrollo costó más de 2.000 millones de dólares. Desafortunadamente, la mayoría de los medicamentos con receta se comercializan para una sola enfermedad, y no para un grupo de enfermedades para las cuales podrían ser seguros y efectivos. Esto aumenta los costos de desarrollo y complica el descubrimiento de nuevas aplicaciones de los medicamentos.

Afortunadamente para los pacientes en general -para no mencionar la industria farmacéutica y los sistemas de atención médica a nivel mundial- existe una estrategia mejor. Al igual que el reciclaje de los artículos domésticos, el "reposicionamiento sistemático de los fármacos" busca que los medicamentos desarrollados para una enfermedad sean capaces de tratar otras.

Esta es la historia de la talidomida, que fue utilizada en los años 1950 y 1960 por las mujeres embarazadas para aliviar las náuseas matutinas, pero que fue prohibida después de que se descubrió que causaba serias malformaciones congénitas. Sin embargo, después de un estudio relevante, los científicos modificaron la estructura molecular del medicamento para alterar su funcionamiento. Actualmente, la familia de medicamentos a base de talidomida se prescribe para el mieloma múltiple, el linfoma de células de manto, ciertas enfermedades de la piel y algunas formas de anemia.

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