fischer206_ Filip Singer - PoolGetty Images_turkey nato Filip Singer - Pool/Getty Images

Erdogan vuelve del frío

BERLÍN – Hace alrededor de un año, muy pocos apostaban al futuro político del Presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Una persistente hiperinflación estaba haciendo estragos en la economía local y el país albergaba a millones de refugiados sirios sin perspectivas realistas de volver a su patria. Después vino el devastador terremoto de febrero último, que causó la muerte de decenas de miles de personas, abrumó por completo a las instituciones locales y puso al descubierto una corrupción endémica.

Más todavía, desde el golpe fallido de julio de 2016, Turquía se ha vuelto cada vez más autoritaria. No hay proyección alguna de solucionar la cuestión kurda y poner fin a la guerra contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), y las leyes antiterroristas y un poder judicial complaciente han dado a Erdogan potentes instrumentos para suprimir cualquier tipo de oposición.

Por años, estos acontecimientos internos causaron preocupación acerca de la relación de Turquía con la OTAN y Occidente. La decisión tomada por el gobierno en 2017 de adquirir un sistema ruso de defensa antiaérea S-400 parecía augurar el fin de la cooperación con EE.UU. en materia de armamento y, para entonces, su reacercamiento con la Unión Europea prácticamente se había estancado.

https://prosyn.org/iQf1Wufes