PARÍS – El 8 de diciembre, el Reino Unido y los 27 miembros de la Unión Europea acordaron sobre algunos aspectos clave del acuerdo de divorcio Brexit, abriendo el camino para la decisión, el 15 de diciembre, de abrir un nuevo capítulo en las negociaciones, centrado en abordar la futura relación de la UE y el Reino Unido y en acuerdos transicionales. Son buenas noticias, sobre todo porque evitan el peor escenario: un Brexit duro. Pero lo que hay por delante implica un reto mucho mayor.
Durante un tiempo daba la sensación de que Europa avanzaba hacia un Brexit duro como un sonámbulo. Ante la profunda división del gobernante Partido Conservador del Reino Unido y una UE aparentemente reacia a actuar de manera estratégica, la posibilidad de un peligroso escenario de no acuerdo parecía alta.
Sin embargo, al final, el Reino Unido hizo concesiones fundamentales que permitieron que las negociaciones avanzaran. Aceptó pagar mucho más a sus socios de la UE de lo que había anunciado inicialmente. Y se comprometió a evitar que se erigiera una frontera dura entre Irlanda del Norte (parte del Reino Unido) y la República de Irlanda (parte de la UE), aun cuando Irlanda del Norte retiene el pleno acceso al mercado británico.
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With the United Kingdom's withdrawal from the European Union looming on the horizon, party politics has become increasingly dysfunctional and divisive. But while Brexit will be bad for the EU, and even more so for the UK, it could also serve as a cautionary tale for other countries in need of a domestic political realignment.
argues that British politics have become so dysfunctional that a major partisan realignment is in the offing.
Since 1960, only a few countries in Latin America have narrowed the gap between their per capita income and that of the United States, while most of the region has lagged far behind. Making up for lost ground will require a coordinated effort, involving both technocratic tinkering and bold political leadership.
explain what it will take finally to achieve economic convergence with advanced economies.
Between now and the end of this decade, climate-related investments need to increase by orders of magnitude to keep the world on track toward achieving even more ambitious targets by mid-century. Fortunately, if done right, such investments could usher in an entirely new and better economy.
explains what it will take to mobilize capital for the net-zero transition worldwide.
PARÍS – El 8 de diciembre, el Reino Unido y los 27 miembros de la Unión Europea acordaron sobre algunos aspectos clave del acuerdo de divorcio Brexit, abriendo el camino para la decisión, el 15 de diciembre, de abrir un nuevo capítulo en las negociaciones, centrado en abordar la futura relación de la UE y el Reino Unido y en acuerdos transicionales. Son buenas noticias, sobre todo porque evitan el peor escenario: un Brexit duro. Pero lo que hay por delante implica un reto mucho mayor.
Durante un tiempo daba la sensación de que Europa avanzaba hacia un Brexit duro como un sonámbulo. Ante la profunda división del gobernante Partido Conservador del Reino Unido y una UE aparentemente reacia a actuar de manera estratégica, la posibilidad de un peligroso escenario de no acuerdo parecía alta.
Sin embargo, al final, el Reino Unido hizo concesiones fundamentales que permitieron que las negociaciones avanzaran. Aceptó pagar mucho más a sus socios de la UE de lo que había anunciado inicialmente. Y se comprometió a evitar que se erigiera una frontera dura entre Irlanda del Norte (parte del Reino Unido) y la República de Irlanda (parte de la UE), aun cuando Irlanda del Norte retiene el pleno acceso al mercado británico.
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