¿Quién paga los costes de la gripe aviar?

Hace cincuenta años, los criadores de pollos de EE.UU. descubrieron que al mantener a sus aves en cobertizos podían producir pollos para el consumo de manera más barata y con menos trabajo que mediante los métodos de corral tradicionales. El nuevo método se generalizó: los pollos desaparecieron de los campos para quedar confinados en largos cobertizos sin ventanas. Había comenzado la industria de cría intensiva.

No se llama así sólo porque los cobertizos parecen fábricas. Todo en el método de producción se orienta a convertir a los animales vivos en máquinas de convertir grano en carne o huevos al menor coste posible.

Si uno entra a uno de estos lugares (si el propietario lo permite), se encontrará con hasta 30.000 pollos. El Consejo Nacional del Pollo, la asociación comercial de la industria estadounidense de cría de pollos, recomienda una densidad de 85 pulgadas cuadradas por ave, menos que el tamaño estándar de una hoja de papel de mecanografiar. Cuando los pollos llegan a tener el peso apropiado para su comercialización, ocupan completamente el espacio asignado. Ningún pollo puede moverse sin tener que pasar por encima de otras aves. En la industria del huevo, las gallinas apenas pueden moverse, ya que están apiñadas en jaulas de alambre, lo que hace posible apilarlas en capas, una encima de la otra.

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