MADRID – El 27 de febrero, el Frente Polisario (FP) conmemoró el 45.º aniversario de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada en 1976 como legítimo Gobierno del territorio del Sahara Occidental. Durante la celebración (que tuvo lugar en el campo de refugiados de Tinduf, en el desierto argelino, donde se encuentra la sede del gobierno de la RASD) el Polisario denunció la prolongación del punto muerto político respecto del territorio, cuya soberanía también reclama Marruecos. Es necesario salir de esta parálisis, y la Unión Europea debe ayudar a lograrlo.
Son múltiples los lazos entre la UE y el Sahara Occidental. Además de la proximidad geográfica, la región fue colonia española y tiene vínculos muy profundos (a menudo de índole personal) con España. Para los miles de españoles que verano tras verano han compartido sus hogares con jóvenes saharauis, la cuestión del Sahara Occidental es un asunto de familia con alto impacto emocional.
Tras la toma de control del territorio por parte de Marruecos, se produjo un desplazamiento masivo de saharauis, muchos de los cuales ahora languidecen en campamentos instalados en el desierto, obligados a depender de la ayuda humanitaria. Y su vulnerabilidad podría agravarse. El Sahara Occidental lleva décadas en el limbo, pero una sucesión de acontecimientos recientes ha conjurado el fantasma de una nueva ola de violencia, en la que los más perjudicados pueden ser los saharauis.
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Since 1960, only a few countries in Latin America have narrowed the gap between their per capita income and that of the United States, while most of the region has lagged far behind. Making up for lost ground will require a coordinated effort, involving both technocratic tinkering and bold political leadership.
explain what it will take finally to achieve economic convergence with advanced economies.
Between now and the end of this decade, climate-related investments need to increase by orders of magnitude to keep the world on track toward achieving even more ambitious targets by mid-century. Fortunately, if done right, such investments could usher in an entirely new and better economy.
explains what it will take to mobilize capital for the net-zero transition worldwide.
MADRID – El 27 de febrero, el Frente Polisario (FP) conmemoró el 45.º aniversario de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada en 1976 como legítimo Gobierno del territorio del Sahara Occidental. Durante la celebración (que tuvo lugar en el campo de refugiados de Tinduf, en el desierto argelino, donde se encuentra la sede del gobierno de la RASD) el Polisario denunció la prolongación del punto muerto político respecto del territorio, cuya soberanía también reclama Marruecos. Es necesario salir de esta parálisis, y la Unión Europea debe ayudar a lograrlo.
Son múltiples los lazos entre la UE y el Sahara Occidental. Además de la proximidad geográfica, la región fue colonia española y tiene vínculos muy profundos (a menudo de índole personal) con España. Para los miles de españoles que verano tras verano han compartido sus hogares con jóvenes saharauis, la cuestión del Sahara Occidental es un asunto de familia con alto impacto emocional.
Tras la toma de control del territorio por parte de Marruecos, se produjo un desplazamiento masivo de saharauis, muchos de los cuales ahora languidecen en campamentos instalados en el desierto, obligados a depender de la ayuda humanitaria. Y su vulnerabilidad podría agravarse. El Sahara Occidental lleva décadas en el limbo, pero una sucesión de acontecimientos recientes ha conjurado el fantasma de una nueva ola de violencia, en la que los más perjudicados pueden ser los saharauis.
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