TOKIO – Parece ser que la personalidad temeraria es congénita en Corea del Norte. Bajo la dirección de Kim Jong-un, el joven y regordete sucesor del fallecido, Kim Jong-il, -su tercer hijo autodenominando, “el joven general”– las amenazas y la mendacidad siguen siendo las características de la diplomacia del reino ermitaño.
Con el anuncio de los planes Corea del Norte de usar un cohete Unha-3 para lanzar y poner en la órbita de la tierra su satélite Bright Star-3 a mediados de abril, la amenaza más nueva es la continuación de una vieja. En efecto, muestra que el acuerdo concluido con los Estados Unidos apenas hace unas semanas se ha olvidado rápidamente.
La decisión de lanzar el satélite, que Kim Jong-il había planificado durante mucho tiempo, tiene claramente la intención de convertirse en un logro militar “heroico” de un nuevo líder que no tiene ninguna experiencia militar. El régimen quiere impulsar el prestigio internacional y la moral nacional simultáneamente de Corea del Norte, en el que la población estaría ansiosa por apoyar esta muestra de poder militar y tecnológico del país.
TOKIO – Parece ser que la personalidad temeraria es congénita en Corea del Norte. Bajo la dirección de Kim Jong-un, el joven y regordete sucesor del fallecido, Kim Jong-il, -su tercer hijo autodenominando, “el joven general”– las amenazas y la mendacidad siguen siendo las características de la diplomacia del reino ermitaño.
Con el anuncio de los planes Corea del Norte de usar un cohete Unha-3 para lanzar y poner en la órbita de la tierra su satélite Bright Star-3 a mediados de abril, la amenaza más nueva es la continuación de una vieja. En efecto, muestra que el acuerdo concluido con los Estados Unidos apenas hace unas semanas se ha olvidado rápidamente.
La decisión de lanzar el satélite, que Kim Jong-il había planificado durante mucho tiempo, tiene claramente la intención de convertirse en un logro militar “heroico” de un nuevo líder que no tiene ninguna experiencia militar. El régimen quiere impulsar el prestigio internacional y la moral nacional simultáneamente de Corea del Norte, en el que la población estaría ansiosa por apoyar esta muestra de poder militar y tecnológico del país.