Como todo lo demás en nuestro mundo, los cambios poblacionales se están dando mucho más rápido que nunca. Sin embargo, los cambios más intensos no son demográficos, sino sociales, y están llegando a las raíces de la vida personal y familiar. Las mujeres están saboreando nuevas libertades –nuevas expresiones de sus derechos humanos fundamentales—y ello tiene implicaciones profundas tanto para los hombres como para las estructuras sociales que han dominado tradicionalmente.
Como todo lo demás en nuestro mundo, los cambios poblacionales se están dando mucho más rápido que nunca. Sin embargo, los cambios más intensos no son demográficos, sino sociales, y están llegando a las raíces de la vida personal y familiar. Las mujeres están saboreando nuevas libertades –nuevas expresiones de sus derechos humanos fundamentales—y ello tiene implicaciones profundas tanto para los hombres como para las estructuras sociales que han dominado tradicionalmente.