reinhart43_Waseem AndrabiHindustan Times via Getty Images_indiaricecoronavirus Waseem Andrabi/Hindustan Times via Getty Images

Cómo evitar que la COVID‑19 provoque una crisis alimentaria

ST. PETERSBURG/SINGAPUR – Ya antes de la pandemia había signos de un posible próximo encarecimiento mundial de los alimentos. Los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el cambio climático se han vuelto más comunes. El año pasado, la fiebre porcina africana eliminó más de un cuarto de la población mundial de cerdos, lo que provocó en China un aumento interanual de precios de los alimentos de entre 15 y 22% en lo que va de 2020. Y luego la peor plaga de langostas en 70 años destruyó cultivos en el este de África. En Kenia, el precio del maíz (un ingrediente básico de la dieta) creció más del 60% desde 2019.

La COVID‑19 amplifica el riesgo de una escalada mundial de precios de los alimentos, algo que provocaría crisis declaradas en muchos países en desarrollo. En los más pobres, los alimentos suponen entre el 40 y el 60% de la canasta de consumo, unas cinco o seis veces más que en las economías avanzadas.

Las cuarentenas provocaron una enorme contracción de la demanda de bienes duraderos y servicios prescindibles, pero con los alimentos ocurre lo contrario. En ciudades de todo el mundo, desde el inicio de la pandemia se han multiplicado los casos informados de compras por pánico y acaparamiento de alimentos.

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