ITHACA/CHICAGO – Sin investigaciones rigurosas e indagaciones abiertas, los grandes avances que definieron la edad moderna, salvaron innumerables vidas y produjeron un tremendo crecimiento económico nunca hubieran ocurrido. Desde el descubrimiento de las leyes de la física y la teoría microbiana de la enfermedad hasta el desarrollo de las políticas públicas, los académicos usaron la experimentación para lograr que las sociedades avanzaran.
Ahora que las sociedades tienen dificultades para reactivar los viajes, reabrir las escuelas y garantizar la seguridad laboral a la sombra de las nuevas variantes de la COVID-19, hacen falta experimentos sociales con urgencia para garantizar que implementemos políticas comprobadamente eficaces.
Así aprovecharemos una historiada tradición. En 1881, Hippolyte Rossignol, un famoso veterinario francés que desconfiaba de la teoría microbiana de la enfermedad, desafió a Louis Pasteur a probar su hipótesis vacunando animales en su granja en las afueras de París. Pasteur no tuvo más alternativa que aceptar el desafío público, aun cuando nunca se había probado una vacuna fuera del laboratorio.
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Así aprovecharemos una historiada tradición. En 1881, Hippolyte Rossignol, un famoso veterinario francés que desconfiaba de la teoría microbiana de la enfermedad, desafió a Louis Pasteur a probar su hipótesis vacunando animales en su granja en las afueras de París. Pasteur no tuvo más alternativa que aceptar el desafío público, aun cuando nunca se había probado una vacuna fuera del laboratorio.
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