rogoff243_Michael M. SantiagoGetty Images_interest Michael M. Santiago/Getty Images

Las tasas de interés más altas están aquí para quedarse

NUEVA YORK – Aún con el reciente repliegue parcial de las tasas de interés reales y nominales de largo plazo, siguen estando muy por encima de los niveles ultra bajos a los que se habían acostumbrado los responsables de las políticas, y es muy probable que se mantengan en esos niveles, inclusive si retrocede la inflación. Hace rato que es hora de revisar la visión ampliamente prevaleciente de que la deuda gubernamental no tiene costo.

La idea de que las tasas de interés estarían bajas para siempre parecía respaldar la visión de que cualquier temor sobre la deuda implicaba un respaldo de la “austeridad”. Muchos llegaron a creer que los gobiernos debían tener grandes déficits durante las recesiones, y déficits solo ligeramente menores en tiempos normales. Aparentemente, a nadie le preocupaban los posibles riesgos, en particular en materia de inflación y tasas de interés. La izquierda defendía la noción de que se podía usar la deuda gubernamental para ampliar los programas sociales, yendo más allá de lo que se podía generar reduciendo el gasto militar, mientras que la derecha parecía creer que los impuestos existen solo para ser recortados.

La estrategia más errónea implicaba utilizar a los bancos centrales para comprar deuda gubernamental, lo cual parecía no tener costo alguno cuando las tasas de interés de corto plazo eran cero. Esta idea está en el centro de la Teoría Monetaria Moderna y el “dinero helicóptero”. En los últimos años, incluso destacados macroeconomistas han sugerido la idea de que la Reserva Federal de Estados Unidos condone la deuda gubernamental después de absorberla a través del alivio cuantitativo, una solución aparentemente simple para cualquier potencial problema de deuda soberana.

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