NUEVA YORK: A pesar de los desplomes del NASDAQ y de la amenaza de recesión en la economía estadounidense, la Nueva Economía llegó para quedarse. En efecto, sigue siendo la clave para lograr un mejor desempeño en Europa y en Japón en los años venideros. ¿Pero en dónde, exactamente, está el corazón de la Nueva Economía? ¿Se encuentra en la creación de mercados laborales más competitivos, en mejores sistemas tributarios o en la derregulación? La dirección corporativa es también un motor de la Nueva Economía que no debe subestimarse.
NUEVA YORK: A pesar de los desplomes del NASDAQ y de la amenaza de recesión en la economía estadounidense, la Nueva Economía llegó para quedarse. En efecto, sigue siendo la clave para lograr un mejor desempeño en Europa y en Japón en los años venideros. ¿Pero en dónde, exactamente, está el corazón de la Nueva Economía? ¿Se encuentra en la creación de mercados laborales más competitivos, en mejores sistemas tributarios o en la derregulación? La dirección corporativa es también un motor de la Nueva Economía que no debe subestimarse.