Nunca me he involucrado mucho en la política de partidos, pero estos no son tiempos normales. El Presidente George W. Bush está poniendo en peligro la seguridad de los Estados Unidos y del mundo y al mismo tiempo está socavando los valores estadounidenses. Por oponerme a él, la campaña de Bush me ha condenado.
En su campaña de 2000, el Presidente Bush prometió una política exterior "humilde". Si se reelige, su doctrina de la acción preventiva -y la invasión de Iraq-quedará aprobada, y el mundo tendrá que vivir con las consecuencias. Si repudia las políticas de Bush en las urnas, Estados Unidos tendrá la oportunidad de recuperar el respeto y el apoyo del mundo.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 exigían una respuesta firme. Pero también condujeron a la suspensión del proceso crítico tan esencial para una democracia -una discusión exhaustiva y justa de los temas. Bush acalló la crítica tachándola de antipatriótica. Durante 18 meses después del 11 de septiembre consiguió sofocar todos los desacuerdos. Así es como llevó a Estados Unidos en la dirección equivocada.
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The long-standing economic consensus that interest rates would remain low indefinitely, making debt cost-free, is no longer tenable. Even if inflation declines, soaring debt levels, deglobalization, and populist pressures will keep rates higher for the next decade than they were in the decade following the 2008 financial crisis.
thinks that policymakers and economists must reassess their beliefs in light of current market realities.
Since the 1990s, Western companies have invested a fortune in the Chinese economy, and tens of thousands of Chinese students have studied in US and European universities or worked in Western companies. None of this made China more democratic, and now it is heading toward an economic showdown with the US.
argue that the strategy of economic engagement has failed to mitigate the Chinese regime’s behavior.
Nunca me he involucrado mucho en la política de partidos, pero estos no son tiempos normales. El Presidente George W. Bush está poniendo en peligro la seguridad de los Estados Unidos y del mundo y al mismo tiempo está socavando los valores estadounidenses. Por oponerme a él, la campaña de Bush me ha condenado.
En su campaña de 2000, el Presidente Bush prometió una política exterior "humilde". Si se reelige, su doctrina de la acción preventiva -y la invasión de Iraq-quedará aprobada, y el mundo tendrá que vivir con las consecuencias. Si repudia las políticas de Bush en las urnas, Estados Unidos tendrá la oportunidad de recuperar el respeto y el apoyo del mundo.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 exigían una respuesta firme. Pero también condujeron a la suspensión del proceso crítico tan esencial para una democracia -una discusión exhaustiva y justa de los temas. Bush acalló la crítica tachándola de antipatriótica. Durante 18 meses después del 11 de septiembre consiguió sofocar todos los desacuerdos. Así es como llevó a Estados Unidos en la dirección equivocada.
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