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Las lágrimas de Corea del Norte

CIUDAD HO CHI MINH – ¿Es posible que todo un pueblo enloquezca? Indiscutiblemente, algunas veces parece que sí.

Las imágenes de cientos de miles de norcoreanos dando alaridos de dolor por la muerte de Kim Jong-il sugieren algo que es muy desconcertante. Pero, ¿qué es?, ¿una muestra de delirio colectivo?, ¿la práctica de un ritual de masoquismo colectivo?

Kim fue un brutal dictador que se mimaba con los mejores licores de Francia (presuntamente gastaba en licores 500.000 dólares al año), con sushi fresco que le traían vía aérea desde Tokio, y que tenía a su disposición a los mejores y más caros chefs, mientras que millones de sus súbditos morían de hambre. Sin embargo, aquí ahora se ven a las masas a las que él acosó, a los súbditos a los que oprimió, lamentando a gritos su muerte, tal como si hubiesen perdido a su amado padre.

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