jk318.jpg Jon Krause

¿La última salida de Kabul?

NUEVA DELHI – La guerra de los Estados Unidos en el Afganistán está acercándose a un punto de inflexión y cunden las dudas sobre la estrategia del Presidente Barack Obama. Aun así, después de enviar 21.000 soldados más al Afganistán, Obama está examinando la posibilidad de enviar a otros 14.000.

Digámoslo claramente: la guerra afgana de los Estados Unidos no se puede ganar, aunque Obama haya modificado los objetivos americanos: de derrotar a los talibanes a impedir que Al Qaida utilice el Afganistán como una base para lanzar ataques contra los Estados Unidos. Pero Al Qaida ya no es un factor importante en la guerra afgana, en la que los principales combatientes son ahora el ejército americano y los talibanes, con sus ejércitos y milicias asociados. En vez de intentar derrotar a los talibanes, los EE.UU. han animado a los servicios de inteligencia pakistaníes, afganos y saudíes a que celebren negociaciones en su lugar con los máximos dirigentes de los talibanes, escondidos en la ciudad paquistaní de Quetta.

Los EE.UU. están riñendo una guerra que no deben. Después de que la invasión estadounidense expulsó a los dirigentes de Al Qaida del Afganistán, el Pakistán pasó a ser la base y el refugio principales para terroristas transnacionales. Los talibanes y muchos otros militantes afganos reciben también apoyo y sostén del interior del Pakistán. Aun así, Obama está aplicando un rápido aumento militar en el Afganistán y al mismo tiempo un rápido aumento de la ayuda al Pakistán, que ahora es el mayor receptor de asistencia de los EE.UU. en el mundo.

https://prosyn.org/YVTJEbPes