acemoglu67_Getty Images_kissinger china Getty Images

La apertura de Kissinger a China tendrá en jaque a la política de EE. UU. en 2024

BOSTON – Aún quienes critican con mayor dureza a Henry Kissinger aceptan que la visita del presidente estadounidense Richard Nixon a China en 1972 cambió para siempre a la geopolítica. Antes de que Kissinger orquestase esa apertura diplomática, los líderes estadounidenses veían al mundo en términos de «capitalismo contra comunismo», y quien tuviera amigos comunistas podía ser tildado de «rojo» peligroso. Después de Kissinger se permitió que el control del Partido Comunista de China prosperara en el sistema de mercado mundial sin dilución alguna.

Sin embargo, envueltos en la celebración del «éxito» económico chino quedaron ocultos los costos de la estrategia de Kissinger, tanto para Estados Unidos como para el resto del mundo. Si Donald Trump vuelve a ser presidente a principios de 2025 es probable que esa estrategia resulte ganadora, pero que adopte una forma más peligrosa.

Durante décadas Kissinger defendió abiertamente el comercio con China y ganó mucho dinero abriendo puertas en ese país. Entre otras cosas, eso implicó apoyar a Deng Xiaoping después de la masacre de quienes se manifestaban pacíficamente en la plaza de Tiananmén el 4 de junio de 1989. No habían pasado siquiera dos meses cuando Kissinger escribió su famoso comentario:

https://prosyn.org/aCM0pSzes