woods55_Jodi HiltonNurPhoto via Getty Images_polarization Jodi Hilton/NurPhoto via Getty Images

El antídoto contra el veneno de la polarización

OXFORD – Este será un año con elecciones en algunas de las democracias más numerosas del mundo; lamentablemente, las que están surcadas por profundas grietas políticas son demasiadas. El título de un estudio llevado a cabo en 2020 sobre el «sectarismo político» en Estados Unidos advierte que un «venenoso cóctel de “otrización”, aversión y moralización» está carcomiendo a la participación colectiva y cívica, y creando disfunciones gubernamentales. Y el Barómetro Edelman de confianza para 2023 registra tendencias similares en países altamente polarizados como Argentina, Colombia, Sudáfrica, España, Suecia y EE. UU.

Ese estudio sobre EE. UU. halló que dónde antes había afinidad con los miembros del propio partido y una postura neutral frente a los del bando opuesto, ahora se teme y odia a los opositores. Además, en la actualidad los estadounidenses son más reticentes a tener citas o casarse con quienes tienen una mirada política distinta, o incluso vivir cerca de ellos, y es más probable que discriminen en los entornos laborales por cuestiones políticas. En Turquía ocurre algo similar, casi 8 de cada 10 personas no desean que sus hijas se casen con alguien del partido que más rechazo les provoca. Algo asombroso que sugiere el estudio sobre EE. UU. es que la orientación política se tornó tan importante que, para alinearse con ella, la gente cambia la religión, clase y orientación sexual con la que se identifica.

Los resultados de la encuesta de Edelman son especialmente preocupantes: apenas el 20 % de los 32 000 encuestados en 28 países afirmó que estaría dispuesto a trabajar o vivir en el mismo vecindario que alguien cuya opinión es muy diferente de la suya, y solo el 30 % contestó que estaría dispuesto a ayudar a esa persona si estuviera en dificultades.

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