The president of Honduras' Supreme Electoral Tribunal shows the results of the recount of votes Orlando Sierra/Getty Images

Las repercusiones regionales de la elección fallida de Honduras

CIUDAD DE MÉXICO – En Honduras, las elecciones robadas seguidas de acusaciones de fraude, manifestaciones callejeras y represión militar son moneda corriente. De modo que no fue precisamente una sorpresa que la elección presidencial de fines de noviembre, empañada por numerosas irregularidades en el recuento de votos, haya derivado en las tres cosas. Ahora bien, las consecuencias probablemente resuenen en toda América Latina.

Décadas de intervención extranjera en Honduras han causado la situación actual del país. Desde 1903 hasta 1925, Honduras enfrentó continuas incursiones de tropas estadounidenses. En los años 1980, durante el violento esfuerzo respaldado por Estados Unidos por provocar un cambio de régimen en la vecina Nicaragua, Honduras se convirtió en lo que algunos en las fuerzas armadas describían, en broma, como "el único portaaviones estacionado en tierra del mundo". Hoy, funciona como un importante punto de tránsito para las drogas enviadas desde Sudamérica hacia Estados Unidos.

Sin embargo, en los últimos años, ha habido esfuerzos de parte de potencias extranjeras por desempeñar un papel más constructivo. En particular, el anterior presidente norteamericano Barack Obama comprometió a Estados Unidos a dejar de lado décadas de recriminación mutua con sus vecinos latinoamericanos, y facilitó el desarrollo de un sistema interamericano de defensa colectiva de la democracia y los derechos humanos.

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