spence142_PATRICK T. FALLONAFP via Getty Images_heatwave Patrick T. Fallon/AFP via Getty Images

Un mundo de calor y vientos de frente

PORTOVENERE, ITALIA – Hace apenas tres meses, la economía global parecía ir camino a una recuperación relativamente robusta. La distribución de vacunas contra el COVID-19 se había expandido en los países desarrollados, haciendo crecer las esperanzas de que se extendería a los países en desarrollo en la segunda mitad de 2021 y en 2022. Muchas economías estaban registrando cifras de crecimiento impresionantes en tanto sectores afectados por la pandemia retomaban la actividad. Si bien la congestión de las cadenas de suministro había generado una serie de escaseces y precios elevados de insumos clave, estos se veían como problemas meramente transitorios.

El mundo parece muy diferente hoy. La variante Delta se está propagando rápidamente, inclusive en los países desarrollados y entre grupos que hasta aquí eran menos vulnerables al virus. Las partes no vacunadas del mundo –esencialmente los países de medianos y bajos ingresos- hoy son más vulnerables que nunca.

Asimismo, la cadena de suministro de vacunas está fallando. La razón principal es que los países desarrollados tienen contratos de opción para comprar muchas más dosis de vacunas de las que necesitan (inclusive considerando una expansión de sus programas para vacunar a gente más joven y administrar dosis de refuerzo). Esto alarga la fila de las vacunas, demorando así la llegada de vacunas en gran parte del mundo en desarrollo.

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