buchholz5_Thiago PrudêncioSOPA ImagesLightRocket via Getty Images_gamestop Thiago Prudencio/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

Jugando con nuestras economías

SAN DIEGO – “Dios no juega a los dados con el universo”, alguna vez nos aseguró Einstein. En cambio, una pandilla de jugadores friki con gafas, palancas y aplicaciones de finanzas como Robinhood están determinando nuestro futuro. Mucho antes de que GameStop llegara a los titulares por su resplandor y derrumbe meteórico del 1.700%, y de que el Congreso norteamericano exigiera testimonios de ejecutivos de fondos de cobertura (en persona y por Zoom), ya se estaba jugando con partes esenciales de la economía.

Ahora, numerosos legisladores estadounidenses están proponiendo un nuevo impuesto a las operaciones bursátiles para desacelerar meteoros alimentados por las redes sociales como GameStop y los cines AMC (cuyo precio de la acción de repente se cuadruplicó). El senador norteamericano Bernie Sanders llama a su proyecto de ley la “Ley de Prosperidad Inclusiva”.

John Maynard Keynes y su discípulo de Yale James Tobin introdujeron la idea de un impuesto a las transacciones financieras hace mucho tiempo. El presidente Joe Biden debería resistir a la urgencia de implementarlo, porque un impuesto de esas características infligiría más dolor a los pequeños inversores, en lugar de sumar cordura a los mercados bursátiles. Para utilizar otra frase de Einstein, prolongaría una “espeluznante acción a distancia”.

https://prosyn.org/hJaTqU5es