gros137_KENZO TRIBOUILLARDAFP via Getty Images_eucoronavirusunity Kenzo Tribouillard/AFP via Getty Images

La buena crisis de Europa

BRUSELAS – Hace unos meses parecía que la pandemia COVID-19, en conjunción con la crisis económica y financiera que ha causado, podía causar la ruptura de la Unión Europea. Los Estados miembros habían cerrado sus fronteras nacionales y habían rechazado toda coordinación, y algunos incluso habían detenido la exportación de equipos médicos que urgentemente necesitaban importar sus socios de la UE. Hoy, sin embargo, se han reabierto las fronteras interiores de la UE, el equipo médico se desplaza libremente, y los países miembros han acordado medidas sin precedentes para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. ¿A qué se debe este notable cambio de rumbo?

A menudo se describe a la UE como un grupo heterogéneo y variopinto formado por países pequeños y medianos que son incapaces de ponerse de acuerdo sobre cualquier cosa. Sin embargo, la evolución de los principales indicadores económicos y epidemiológicos durante la crisis COVID-19 es notablemente similar a lo largo de los Estados miembro, lo que sugiere que, al fin de cuentas, cuando se trata de tomar decisiones fundamentales sobre políticas, dichos Estados no son tan distintos.  

Empecemos con los datos epidemiológicos. Es cierto que las tasas de infección y mortalidad por COVID-19 varían mucho entre los países de la UE, y que Alemania así como la mayoría de los Estados miembros septentrionales y orientales están mucho mejor que Italia, España y Francia (sin mencionar el Reino Unido). Sin embargo, casi todos ellos han estabilizado sus tasas de infección en un nivel que es lo suficientemente bajo como para que los brotes locales puedan mantenerse bajo control mediante la implementación de normas obligatorias de distanciamiento social, mismas que se levantaron únicamente después de que el virus fue controlado.

https://prosyn.org/KsgMX3bes