BOGOTÁ – Muchos están reclamando una moratoria temporaria de todos los pagos de deuda por parte de las economías en desarrollo y emergentes, para impedir que la pandemia del COVID-19 desate un tsunami de defaults soberanos. En lugar de esperar pasivamente a que los deudores dejen de cumplir con sus obligaciones, sostienen, sería mejor que los acreedores acordaran ahora suspender los pagos por un tiempo.
Pero, si bien un congelamiento general de los pagos de deuda podría ayudar a muchos países de bajos ingresos que carecen de una opción mejor, podría ser contraproducente para las economías emergentes que hoy siguen teniendo acceso a los mercados financieros. Lo que estos países necesitan ahora es más ingresos de capital, no restricciones sobre los egresos.
Las suspensiones de pagos plantean dos problemas. Primero, las economías emergentes necesitan nuevo financiamiento neto –en otras palabras, más recursos de los que tendrían disponibles si se congelaran sus obligaciones de pago de deuda-. Segundo, los países que participan en una suspensión temporal de pago enfrentarán acciones legales de parte de algunos bonistas, lo que comprometería su acceso futuro a los mercados de capital.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
The long-standing economic consensus that interest rates would remain low indefinitely, making debt cost-free, is no longer tenable. Even if inflation declines, soaring debt levels, deglobalization, and populist pressures will keep rates higher for the next decade than they were in the decade following the 2008 financial crisis.
thinks that policymakers and economists must reassess their beliefs in light of current market realities.
Since the 1990s, Western companies have invested a fortune in the Chinese economy, and tens of thousands of Chinese students have studied in US and European universities or worked in Western companies. None of this made China more democratic, and now it is heading toward an economic showdown with the US.
argue that the strategy of economic engagement has failed to mitigate the Chinese regime’s behavior.
BOGOTÁ – Muchos están reclamando una moratoria temporaria de todos los pagos de deuda por parte de las economías en desarrollo y emergentes, para impedir que la pandemia del COVID-19 desate un tsunami de defaults soberanos. En lugar de esperar pasivamente a que los deudores dejen de cumplir con sus obligaciones, sostienen, sería mejor que los acreedores acordaran ahora suspender los pagos por un tiempo.
Pero, si bien un congelamiento general de los pagos de deuda podría ayudar a muchos países de bajos ingresos que carecen de una opción mejor, podría ser contraproducente para las economías emergentes que hoy siguen teniendo acceso a los mercados financieros. Lo que estos países necesitan ahora es más ingresos de capital, no restricciones sobre los egresos.
Las suspensiones de pagos plantean dos problemas. Primero, las economías emergentes necesitan nuevo financiamiento neto –en otras palabras, más recursos de los que tendrían disponibles si se congelaran sus obligaciones de pago de deuda-. Segundo, los países que participan en una suspensión temporal de pago enfrentarán acciones legales de parte de algunos bonistas, lo que comprometería su acceso futuro a los mercados de capital.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in