GINEBRA - Cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarme comience una sesión de siete semanas en Ginebra, su futuro estará en juego. Mientras que hay en movimiento iniciativas de los países y la sociedad civil, la Conferencia se ha estancado. Su credibilidad - de hecho, su propia legitimidad - se encuentra en riesgo.
GINEBRA - Cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarme comience una sesión de siete semanas en Ginebra, su futuro estará en juego. Mientras que hay en movimiento iniciativas de los países y la sociedad civil, la Conferencia se ha estancado. Su credibilidad - de hecho, su propia legitimidad - se encuentra en riesgo.