nsofor4_Chris McGrathGetty Images_turkeycoronavirushospitalheart Chris McGrath/Getty Images

La crisis de comorbilidad del COVID

ABUJA – Hay una creciente evidencia de que los sobrevivientes del COVID-19 pueden sufrir efectos de largo plazo, entre ellos y no en menor medida, complicaciones cardíacas. Un nuevo estudio publicado en el Journal of the American Medical Association señala que muchas personas que se recuperaron del virus padecen de inflamación al corazón (miocarditis). De los 100 supervivientes estudiados, 78 tenían evidencia de una inflamación cardíaca anterior y 60 tenían miocarditis al momento de la observación.

Esta es una complicación médica que debiera preocuparnos a todos. Al 25 de agosto de 2020 había en todo el planeta más de 23 millones de casos de la enfermedad, 16 millones de recuperados y más 800.000 fallecidos. Si se usa como referencia el estudio del JAMA, podríamos conjeturar que cerca de diez millones de esos supervivientes padecen de miocarditis, lo que implica una enorme carga de enfermedades no transmisibles (ENT).

Las ENT ya estaban causando la muerte de demasiadas personas antes de la llegada de la pandemia. En 2016, un 54% del total de los 56,9 millones de muertes se originó en al menos una de las diez principales enfermedades letales, comenzando por la isquemia cardíaca (el estrechamiento de los vasos sanguíneos), seguidos de la embolia. Ambas son enfermedades coronarias.

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