MANILA – La posibilidad de que la Reserva Federal de los EE.UU. suba el tipo de interés por primera vez en un decenio puso muy nerviosos a todos los mercados en ascenso durante unas semanas. Aunque la Reserva Federal acaba de decidir mantener su tipo de interés oficial sin cambios, también ha declarado que aún no se ha descartado la posibilidad de subirlo en 2015. La preocupación estriba en que los países que dependen de la financiación exterior podrían verse afectados por salidas repentinas de capital internacional o que la depreciación de las divisas a raíz de la subida por parte de la Reserva Federal aumentara los costos del servicio de la deuda para los países y las empresas.
Sería conveniente que los gobiernos del mundo en desarrollo se preocuparan menos de los cambios de los tipos de interés en los Estados Unidos, que, en cualquier caso, no pueden controlar, y pensaran más en los cambios normativos que pueden hacer en sus propios países para fortalecer la capacidad de resistencia de sus economías.
La subida de los tipos de interés de los EE.UU. no es necesariamente una mala noticia para los países en ascenso. Muchos países en desarrollo, sobre todo en Asia, están en condiciones macroeconómicas mucho mejores que antes de la crisis financiera asiática del final del decenio de 1990 o al comienzo de la crisis financiera mundial en 2008.
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While carbon pricing and industrial policies may have enabled policymakers in the United States and Europe to avoid difficult political choices, we cannot rely on these tools to achieve crucial climate goals. Climate policies must move away from focusing on green taxes and subsidies and enter the age of politics.
explains why achieving climate goals requires a broader combination of sector-specific policy instruments.
The long-standing economic consensus that interest rates would remain low indefinitely, making debt cost-free, is no longer tenable. Even if inflation declines, soaring debt levels, deglobalization, and populist pressures will keep rates higher for the next decade than they were in the decade following the 2008 financial crisis.
thinks that policymakers and economists must reassess their beliefs in light of current market realities.
MANILA – La posibilidad de que la Reserva Federal de los EE.UU. suba el tipo de interés por primera vez en un decenio puso muy nerviosos a todos los mercados en ascenso durante unas semanas. Aunque la Reserva Federal acaba de decidir mantener su tipo de interés oficial sin cambios, también ha declarado que aún no se ha descartado la posibilidad de subirlo en 2015. La preocupación estriba en que los países que dependen de la financiación exterior podrían verse afectados por salidas repentinas de capital internacional o que la depreciación de las divisas a raíz de la subida por parte de la Reserva Federal aumentara los costos del servicio de la deuda para los países y las empresas.
Sería conveniente que los gobiernos del mundo en desarrollo se preocuparan menos de los cambios de los tipos de interés en los Estados Unidos, que, en cualquier caso, no pueden controlar, y pensaran más en los cambios normativos que pueden hacer en sus propios países para fortalecer la capacidad de resistencia de sus economías.
La subida de los tipos de interés de los EE.UU. no es necesariamente una mala noticia para los países en ascenso. Muchos países en desarrollo, sobre todo en Asia, están en condiciones macroeconómicas mucho mejores que antes de la crisis financiera asiática del final del decenio de 1990 o al comienzo de la crisis financiera mundial en 2008.
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