CARACAS – Hace dos años, se produjeron manifestaciones públicas tanto en Kiev como en Caracas. Mientras que la Revolución de la Dignidad en Ucrania rápidamente llegó al poder, en Venezuela los cambios políticos han ido por una vía mucho más lenta. Sin embargo, las elecciones parlamentarias que se realizaron el 6 de diciembre, en las que la oposición obtuvo dos tercios de los escaños, han llevado a un aceleramiento de los acontecimientos políticos en Venezuela.
A pesar de que en la noche de las elecciones el presidente Nicolás Maduro reconoció la derrota, su gobierno ha prometido desconocer toda legislación que apruebe la Asamblea Nacional y ha establecido a otra, la Asamblea de los Comunes, que no está dispuesta en la constitución. Todavía más, aprovechó la última sesión de la Asamblea Nacional para nombrar a 19 magistrados de la Corte Suprema, y ha hecho un llamamiento a sus simpatizantes para evitar que la Asamblea recién elegida entre en funciones el 5 de enero. Al igual que Ucrania dos años atrás, Venezuela va rumbo a una crisis constitucional.
Sin embargo, existe un paralelo aún más antiguo y ominoso entre Venezuela y Ucrania: la hambruna intencional de 1933 en la Ucrania Soviética. La decisión tomada por Stalin en 1932 de obligar a los agricultores independientes – los kulaks – a trabajar en grandes granjas colectivas, causó la muerte por inanición de 3,3 millones de personas en Ucrania el año siguiente.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
With recent landmark legislation to support decarbonization and innovation, the United States is making up for lost time after its failed 40-year experiment with neoliberalism. But if it is serious about embracing a new paradigm, it will need to do more to help bring the rest of the world along.
explains how to minimize the political risks of new spending packages in the US and Europe.
What would a second Donald Trump presidency mean for US foreign policy and the world? While the man himself is unpredictable, his first term and his behavior since losing re-election in 2020 offer plenty of clues, none of which will be comforting to America's allies.
considers the implications of the 2024 presidential election for America's foreign policy and global standing.
CARACAS – Hace dos años, se produjeron manifestaciones públicas tanto en Kiev como en Caracas. Mientras que la Revolución de la Dignidad en Ucrania rápidamente llegó al poder, en Venezuela los cambios políticos han ido por una vía mucho más lenta. Sin embargo, las elecciones parlamentarias que se realizaron el 6 de diciembre, en las que la oposición obtuvo dos tercios de los escaños, han llevado a un aceleramiento de los acontecimientos políticos en Venezuela.
A pesar de que en la noche de las elecciones el presidente Nicolás Maduro reconoció la derrota, su gobierno ha prometido desconocer toda legislación que apruebe la Asamblea Nacional y ha establecido a otra, la Asamblea de los Comunes, que no está dispuesta en la constitución. Todavía más, aprovechó la última sesión de la Asamblea Nacional para nombrar a 19 magistrados de la Corte Suprema, y ha hecho un llamamiento a sus simpatizantes para evitar que la Asamblea recién elegida entre en funciones el 5 de enero. Al igual que Ucrania dos años atrás, Venezuela va rumbo a una crisis constitucional.
Sin embargo, existe un paralelo aún más antiguo y ominoso entre Venezuela y Ucrania: la hambruna intencional de 1933 en la Ucrania Soviética. La decisión tomada por Stalin en 1932 de obligar a los agricultores independientes – los kulaks – a trabajar en grandes granjas colectivas, causó la muerte por inanición de 3,3 millones de personas en Ucrania el año siguiente.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in