La hipocresía y las negociaciones comerciales van de la mano, como lo demuestra la decisión de Estados Unidos de imponer tarifas a las importaciones de acero. Aunque se espera que la Organización Mundial del Comercio (OMC) declare que esa acción es ilegal, los países en desarrollo se mantienen recelosos. Históricamente esos países (la India notablemente) han afirmado que la OMC es una herramienta de los países ricos y por ello se han resistido a lo que busca hacer. En efecto, antes de la reunión ministerial de la OMC que se celebró hace unos meses en Doha, la línea seguida por la India fue oponerse al lanzamiento de una nueva ronda comercial, a una mayor liberalización en bienes industriales y al uso de sanciones comerciales para castigar a los páises que no lograran cumplir con condiciones laborales mínimas.
La hipocresía y las negociaciones comerciales van de la mano, como lo demuestra la decisión de Estados Unidos de imponer tarifas a las importaciones de acero. Aunque se espera que la Organización Mundial del Comercio (OMC) declare que esa acción es ilegal, los países en desarrollo se mantienen recelosos. Históricamente esos países (la India notablemente) han afirmado que la OMC es una herramienta de los países ricos y por ello se han resistido a lo que busca hacer. En efecto, antes de la reunión ministerial de la OMC que se celebró hace unos meses en Doha, la línea seguida por la India fue oponerse al lanzamiento de una nueva ronda comercial, a una mayor liberalización en bienes industriales y al uso de sanciones comerciales para castigar a los páises que no lograran cumplir con condiciones laborales mínimas.