MOSCÚ – ¿Cómo fue que sucedió el “putinismo”, esa mezcla característicamente rusa de política autoritaria y economía dirigista? Y ahora que sucedió, ¿cómo pueden los rusos trascenderlo, para materializar los derechos y las libertades que les prometen en la constitución del país?
Una sociedad civil rusa activa, que pareció surgir de la nada en la Unión Soviética de Mijail Gorbachov de 1989-1990 tras la larga hibernación soviética, retrocedió demasiado rápido. La asombrosa dificultad de la supervivencia cotidiana después del colapso de la URSS obligó a la mayoría de los rusos a concentrarse en las necesidades más urgentes de sus familias. Y cundió la apatía cívica.
De modo que Vladimir Putin llegó al poder en un momento muy conveniente para cualquier líder –cuando la gente está inactiva-. De manera astuta, Putin luego amarró esta apatía a los primeros indicios de crecimiento económico post-soviético para sellar un nuevo contrato social: mejoraría los niveles de vida a cambio de que los rusos aceptaran importantes restricciones a sus derechos y libertades constitucionales.
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Since the 1990s, Western companies have invested a fortune in the Chinese economy, and tens of thousands of Chinese students have studied in US and European universities or worked in Western companies. None of this made China more democratic, and now it is heading toward an economic showdown with the US.
argue that the strategy of economic engagement has failed to mitigate the Chinese regime’s behavior.
While Chicago School orthodoxy says that humans can’t beat markets, behavioral economists insist that it’s humans who make markets, which means that humans can strive to improve their functioning. Which claim you believe has important implications for both economic theory and financial regulation.
uses Nobel laureate Robert J. Shiller’s work to buttress the case for a behavioral approach to economics.
MOSCÚ – ¿Cómo fue que sucedió el “putinismo”, esa mezcla característicamente rusa de política autoritaria y economía dirigista? Y ahora que sucedió, ¿cómo pueden los rusos trascenderlo, para materializar los derechos y las libertades que les prometen en la constitución del país?
Una sociedad civil rusa activa, que pareció surgir de la nada en la Unión Soviética de Mijail Gorbachov de 1989-1990 tras la larga hibernación soviética, retrocedió demasiado rápido. La asombrosa dificultad de la supervivencia cotidiana después del colapso de la URSS obligó a la mayoría de los rusos a concentrarse en las necesidades más urgentes de sus familias. Y cundió la apatía cívica.
De modo que Vladimir Putin llegó al poder en un momento muy conveniente para cualquier líder –cuando la gente está inactiva-. De manera astuta, Putin luego amarró esta apatía a los primeros indicios de crecimiento económico post-soviético para sellar un nuevo contrato social: mejoraría los niveles de vida a cambio de que los rusos aceptaran importantes restricciones a sus derechos y libertades constitucionales.
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