Arabia Saudita rompió filas con respecto a la oposición del mundo árabe a una acción militar contra Irak, cuando el Ministro de Exteriores Saud al-Faisal anunció que el reino permitiría el uso de sus bases militares si la ONU autoriza un ataque a Irak. La prensa oficial saudita explica que la nueva postura es el reflejo del deseo del gobierno de cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pero esto también pone en evidencia la creciente sensación de fragilidad interna y vulnerabilidad externa del régimen saudí.
Arabia Saudita rompió filas con respecto a la oposición del mundo árabe a una acción militar contra Irak, cuando el Ministro de Exteriores Saud al-Faisal anunció que el reino permitiría el uso de sus bases militares si la ONU autoriza un ataque a Irak. La prensa oficial saudita explica que la nueva postura es el reflejo del deseo del gobierno de cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pero esto también pone en evidencia la creciente sensación de fragilidad interna y vulnerabilidad externa del régimen saudí.