Los costos económicos directos de los ataques terroristas en Estados Unidos podrían alcanzar los 20 mil millones de dólares, según las estimaciones de compañías de seguros, pero los costos indirectos podrían ser 150 veces más que eso, según los derrames de riqueza de aproximadamente 3 billones de dólares de los mercados accionarios mundiales. La grieta refleja el temor a trastornos globales –o incluso una guerra– como resultado de los ataques. La solución económica no es un paquete de estímulos para la economía estadounidense, como algunos apremian, sino medidas que icrementen la confianza para así asegurar al mundo que la actual economía interconectada global seguirá funcionando eficientemente y sin descalabros.
Rather than reducing concentrated market power through “disruption” or “creative destruction,” technological innovation historically has only added to the problem, by awarding monopolies to just one or a few dominant firms. And market forces offer no remedy to the problem; only public policy can provide that.
shows that technological change leads not to disruption, but to deeper, more enduring forms of market power.
The passing of America’s preeminent foreign-policy thinker and practitioner marks the end of an era. Throughout his long and extraordinarily influential career, Henry Kissinger built a legacy that Americans would be wise to heed in this new era of great-power politics and global disarray.
reviews the life and career of America’s preeminent foreign-policy scholar-practitioner.
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