buruma208_Patrick van KatwijkBSR AgencyGetty Images_wilders1 Patrick van KatwijkBSR AgencyGetty Images

La rabia de los outsiders

ÁMSTERDAM – Uno de los mayores errores que cometí como periodista fue subestimar a Geert Wilders, ahora líder (y único miembro formal) del partido más votado de los Países Bajos, con posibilidad de convertirse en el primer primer ministro de ultraderecha que haya tenido el país.

Entrevisté a Wilders en 2005 para mi libro, Murder in Amsterdam, sobre el asesinato a manos de un extremista musulmán del cineasta Theo van Gogh. En aquel momento, el Partido para la Libertad (PVV), que Wilders fundó en 2006, todavía no existía. Pero me interesaba oír las ideas de un crítico declarado del Islam y de los inmigrantes de origen musulmán.

Francamente, pensé que era un pelmazo sin futuro político y decidí no citarlo en mi libro. Como a la mayoría, me llamó la atención su peinado extravagante. ¿Por qué un hombre maduro, miembro del parlamento, querría teñir de rubio platino su bella melena oscura? Pero en realidad parece que en este tema ha sido una especie de precursor. Los posteriores triunfos de Donald Trump y Boris Johnson demostraron la importancia de la diferenciación visual, de tener una imagen de lunático reforzada por un peinado extraño. (Tal vez hayan sido preanuncio el bigotín de Hitler, o incluso el flequillo de Napoleón.)

https://prosyn.org/jHMASc9es