BERLÍN – El mes que viene se cumplirá un año del inicio del violento asalto de Rusia a la vecina Ucrania, que aún continúa. El plan del presidente ruso Vladímir Putin de la «operación militar especial» rápida —una guerra relámpago— fracasó gracias a la inquebrantable resistencia ucraniana, la manera en que Occidente se unió para brindarle apoyo en su defensa y la propia incompetencia rusa.
Esa «operación especial» de Putin, una victoria militar rápida que buscaba un cambio de régimen, se fue degradando hasta convertirse en una guerra de posiciones. Incluso después de un año, nadie sabe con certeza cuándo terminará la guerra ni como sucederá. Lo más probable es que continúe por un tiempo y cause muchas más víctimas. Sin embargo, es difícil imaginar un escenario en el que Rusia logre su meta principal: eliminar a Ucrania como un estado soberano e independiente.
Mientras la OTAN y sus estados miembros continúen apoyando a Ucrania militar y económicamente, y mientras los ucranianos mantengan su determinación, Rusia no logrará su objetivo de guerra. Parece que lentamente el Kremlin se está dando cuenta de ello, e intensificó sus ataques sobre la infraestructura ucraniana y movilizó a cientos de miles de conscriptos. Los líderes militares rusos apuestan ahora a una estrategia de largo plazo de desmoralización y agotamiento, confiando en la pura superioridad numérica de su ejército sobre el ucraniano.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Given this summer's climate-driven disasters, one might think that the European political system would be devising comprehensive adaptation plans. But, despite some steps in the right direction, Europeans are only just waking up to the constitutional implications of a changing physical environment.
thinks a changing climate will force the European Union finally to embrace its political nature.
BERLÍN – El mes que viene se cumplirá un año del inicio del violento asalto de Rusia a la vecina Ucrania, que aún continúa. El plan del presidente ruso Vladímir Putin de la «operación militar especial» rápida —una guerra relámpago— fracasó gracias a la inquebrantable resistencia ucraniana, la manera en que Occidente se unió para brindarle apoyo en su defensa y la propia incompetencia rusa.
Esa «operación especial» de Putin, una victoria militar rápida que buscaba un cambio de régimen, se fue degradando hasta convertirse en una guerra de posiciones. Incluso después de un año, nadie sabe con certeza cuándo terminará la guerra ni como sucederá. Lo más probable es que continúe por un tiempo y cause muchas más víctimas. Sin embargo, es difícil imaginar un escenario en el que Rusia logre su meta principal: eliminar a Ucrania como un estado soberano e independiente.
Mientras la OTAN y sus estados miembros continúen apoyando a Ucrania militar y económicamente, y mientras los ucranianos mantengan su determinación, Rusia no logrará su objetivo de guerra. Parece que lentamente el Kremlin se está dando cuenta de ello, e intensificó sus ataques sobre la infraestructura ucraniana y movilizó a cientos de miles de conscriptos. Los líderes militares rusos apuestan ahora a una estrategia de largo plazo de desmoralización y agotamiento, confiando en la pura superioridad numérica de su ejército sobre el ucraniano.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in