mazzucato61_ Leon NealGetty Images_UKlabourgreen Leon Neal/Getty Images

Una narrativa progresista de crecimiento verde

DAVOS – En 2024, habrá elecciones en 76 países; es un año récord para la democracia. Pero coincide con un auge alarmante del populismo de derecha, cada vez más habituado a decirles a los votantes que la culpa de sus padecimientos económicos es de las políticas de lucha contra el cambio climático. La izquierda progresista no consigue articular una contranarrativa convincente, a pesar de que las iniciativas de descarbonización tienen un claro potencial para mejorar los ingresos, la productividad y el crecimiento económico. De mantenerse la falsa dicotomía entre prosperidad económica y sostenibilidad ambiental, la transición verde no tendrá el apoyo político que necesita para ser un éxito.

Consideremos el debate que se desarrolla en el Reino Unido por el Plan de Prosperidad Verde, con un presupuesto de 28 000 millones de libras (35 500 millones de dólares), que el Partido Laborista británico ha presentado como un instrumento clave para «convertir al Reino Unido en una superpotencia de la energía limpia». En vez de centrarse en el monto del plan, la conversación debería girar en torno de las medidas necesarias para completar la misión declarada. No es la cantidad de dinero lo que resolverá el problema, sino presentar una estrategia para la movilización a gran escala de la inversión privada y pública hacia un objetivo colectivo.

Para convertir la energía limpia en motor de la estrategia laborista para las áreas de la industria, las finanzas y la innovación, se necesita una narrativa nueva. Los laboristas tienen que mostrar que un Estado orientado al cumplimiento de misiones que colabore con el sector empresarial para invertir e innovar con la mirada puesta en los resultados llevará a la creación de empleos y a mejoras en la capacitación de los trabajadores, la productividad y los salarios.

https://prosyn.org/TOdYrz8es