WASHINGTON, D.C. – La opinión establecida actualmente sobre la zona del euro es la de que la crisis está superada: la intensa –y en muchos casos existencial – preocupación de un momento anterior de este año sobre el futuro de la moneda común ha quedado aplacada y ahora todo vuelve a estar controlado.
Pero no corresponde en nada a la realidad factual. Los mercados de bonos europeos están enviando de nuevo un mensaje escalofriante a las autoridades mundiales. Como los bonos de las naciones “periféricas” de la zona del euro siguen perdiendo valor, el riesgo de quiebras soberanas irlandesa, griega y portuguesa es mayor que nunca.
Es así, pese al plan de rescate combinado que la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo crearon para Grecia el pasado mes de mayo y pese al programa continuo de compra de bonos de los países periféricos de la UE por parte del BCE. Cuando faltan sólo unas semanas para sus reuniones anuales (a las que seguirá la cumbre del G-20 en Seúl en noviembre), el FMI está cediendo a las presiones para que aporte sumas cada vez mayores a la UE con condiciones cada vez más laxas.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Despite the dire predictions that have accompanied the decline of global governance, less international cooperation does not necessarily mean disaster. In fact, national governments can prioritize domestic prosperity and social cohesion over multilateralism without harming the global economy.
explains how countries can help the global economy by pursuing their own economic-policy agendas.
Although Russia's war in Ukraine has galvanized Polish society and elevated the country's status internationally, it is also obscuring some deeply troubling domestic political developments. Whether liberal democracy will prevail over reactionary authoritarianism in Poland is now an open question.
about recent domestic and geopolitical developments that will shape the country's future.
WASHINGTON, D.C. – La opinión establecida actualmente sobre la zona del euro es la de que la crisis está superada: la intensa –y en muchos casos existencial – preocupación de un momento anterior de este año sobre el futuro de la moneda común ha quedado aplacada y ahora todo vuelve a estar controlado.
Pero no corresponde en nada a la realidad factual. Los mercados de bonos europeos están enviando de nuevo un mensaje escalofriante a las autoridades mundiales. Como los bonos de las naciones “periféricas” de la zona del euro siguen perdiendo valor, el riesgo de quiebras soberanas irlandesa, griega y portuguesa es mayor que nunca.
Es así, pese al plan de rescate combinado que la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo crearon para Grecia el pasado mes de mayo y pese al programa continuo de compra de bonos de los países periféricos de la UE por parte del BCE. Cuando faltan sólo unas semanas para sus reuniones anuales (a las que seguirá la cumbre del G-20 en Seúl en noviembre), el FMI está cediendo a las presiones para que aporte sumas cada vez mayores a la UE con condiciones cada vez más laxas.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in