El anuncio del primer ministro Ariel Sharon en el sentido de que piensa desmantelar los asentamientos judíos en la Franja de Gaza, así como algunos en Cisjordania, ha causado alarma y sorpresa tanto en Israel como en el resto del mundo. Muchos afirman que el plan de Sharon es una treta. Pero esa sorpresa no tiene fundamento.
A pesar de lo que los extranjeros creen a menudo, los debates en Israel sobre el futuro de los territorios ocupados nunca han sido exclusivos de los halcones y las palomas. Como todo lo demás en el país, el proceso es más complicado, sobre todo en lo que se refiere a los halcones.
Básicamente, existen dos especies de halcones israelíes: llamemos a una ideológica y a la otra estratégica. Los halcones ideológicos consideran a los territorios ocupados como parte integral de la histórica Tierra de Israel, el hogar del pueblo judío. Para ellos, los territorios son parte del patrimonio judío, y por ello insisten en referirse a Cisjordania por su nombre hebreo histórico: Judea y Samaria.
El anuncio del primer ministro Ariel Sharon en el sentido de que piensa desmantelar los asentamientos judíos en la Franja de Gaza, así como algunos en Cisjordania, ha causado alarma y sorpresa tanto en Israel como en el resto del mundo. Muchos afirman que el plan de Sharon es una treta. Pero esa sorpresa no tiene fundamento.
A pesar de lo que los extranjeros creen a menudo, los debates en Israel sobre el futuro de los territorios ocupados nunca han sido exclusivos de los halcones y las palomas. Como todo lo demás en el país, el proceso es más complicado, sobre todo en lo que se refiere a los halcones.
Básicamente, existen dos especies de halcones israelíes: llamemos a una ideológica y a la otra estratégica. Los halcones ideológicos consideran a los territorios ocupados como parte integral de la histórica Tierra de Israel, el hogar del pueblo judío. Para ellos, los territorios son parte del patrimonio judío, y por ello insisten en referirse a Cisjordania por su nombre hebreo histórico: Judea y Samaria.