CAMBRIDGE – Imagine que va conduciendo por un camino y llega a una bifurcación. No está seguro hacia dónde ir, así que gira a la derecha. Después de un rato, el camino pasa de pavimentado a tierra, se llena de baches y se vuelve empinado. La primera cosa que le viene a la cabeza es que debería haber girado a la izquierda. Pero, a decir verdad, usted no sabe si eso lo habría llevado a una calle ciega. Así es como muchos -dentro y fuera de Venezuela- se sienten sobre el país hoy.
CAMBRIDGE – Imagine que va conduciendo por un camino y llega a una bifurcación. No está seguro hacia dónde ir, así que gira a la derecha. Después de un rato, el camino pasa de pavimentado a tierra, se llena de baches y se vuelve empinado. La primera cosa que le viene a la cabeza es que debería haber girado a la izquierda. Pero, a decir verdad, usted no sabe si eso lo habría llevado a una calle ciega. Así es como muchos -dentro y fuera de Venezuela- se sienten sobre el país hoy.