AMMAN – Cada año desde el año 1947, el Boletín de los Científicos Atómicos, fundado por Albert Einstein y los científicos del Proyecto Manhattan que ayudaron a desarrollar las armas atómicas utilizadas en Hiroshima y Nagasaki, fija la hora que marca el Reloj del Juicio Final. El reloj utiliza “las imágenes del apocalipsis (medianoche) y el lenguaje contemporáneo de la explosión nuclear (cuenta regresiva a cero)” para indicar la vulnerabilidad de la humanidad frente a los desastres provocados por el hombre. En enero de 2022, el Consejo de Ciencia y Seguridad de dicho Boletín fijó el reloj, por tercer año consecutivo, para que marcara 100 segundos antes de la llegada de la medianoche, mostrando la posición más cercana a la extinción en la que la humanidad ha estado en los últimos 75 años.
Apenas un mes después de ese sombrío pronóstico, Rusia lanzó una amplia “operación militar especial” de gran alcance contra Ucrania. Peor aún, el presidente ruso Vladimir Putin poco después ordenó que las fuerzas nucleares de Rusia se pusieran en alerta máxima, y amenazó con usar este arsenal en caso de que Occidente intentara intervenir militarmente en Ucrania.
Encontrándose ante una retórica tan incendiaria, ante una erosión aparente de los mecanismos colectivos para gestionar conflictos y riesgos de seguridad mundial y frente al hecho de que nueve países poseen un total de 13.100 armas nucleares, quizás ahora sea necesario volver, una vez más, a fijar la hora que marca el Reloj del Juicio Final. Esta vez, se lo debería adelantar para que muestre tan sólo un minuto para la medianoche.
AMMAN – Cada año desde el año 1947, el Boletín de los Científicos Atómicos, fundado por Albert Einstein y los científicos del Proyecto Manhattan que ayudaron a desarrollar las armas atómicas utilizadas en Hiroshima y Nagasaki, fija la hora que marca el Reloj del Juicio Final. El reloj utiliza “las imágenes del apocalipsis (medianoche) y el lenguaje contemporáneo de la explosión nuclear (cuenta regresiva a cero)” para indicar la vulnerabilidad de la humanidad frente a los desastres provocados por el hombre. En enero de 2022, el Consejo de Ciencia y Seguridad de dicho Boletín fijó el reloj, por tercer año consecutivo, para que marcara 100 segundos antes de la llegada de la medianoche, mostrando la posición más cercana a la extinción en la que la humanidad ha estado en los últimos 75 años.
Apenas un mes después de ese sombrío pronóstico, Rusia lanzó una amplia “operación militar especial” de gran alcance contra Ucrania. Peor aún, el presidente ruso Vladimir Putin poco después ordenó que las fuerzas nucleares de Rusia se pusieran en alerta máxima, y amenazó con usar este arsenal en caso de que Occidente intentara intervenir militarmente en Ucrania.
Encontrándose ante una retórica tan incendiaria, ante una erosión aparente de los mecanismos colectivos para gestionar conflictos y riesgos de seguridad mundial y frente al hecho de que nueve países poseen un total de 13.100 armas nucleares, quizás ahora sea necesario volver, una vez más, a fijar la hora que marca el Reloj del Juicio Final. Esta vez, se lo debería adelantar para que muestre tan sólo un minuto para la medianoche.