Cuando el presidente de China, Jiang Zemin, fue al Foro Global de Fortune en Hong Kong, el presidente ejecutivo de la Time-Warner, Gerald Levin, le dió un premio nombrado en honor de Abraham Lincoln. El presidente Jiang regresó hace poco a esa reunión global de líderes de negocios pero, afortunadamente, no recibió el premio de nuevo. Parece que hasta los jefes occidentales que le tienen afecto a China encuentran difícil elogiar a Jiang ahora que reprime al movimiento espiritual del Falun Gong encarcelando a sus miembros o encerrándolos en hospitales psiquiátricos.
El confinamiento forzoso de muchos miembros del Falun Gong en manicomios es parte central de esta campaña. Los grupos de apoyo al Falun Gong en ultramar han documentado más de cien de esos casos. Según las estimaciones, la cantidad de personas que están siendo "tratadas" de esta manera alcanza los 600. Se ha reportado que tres de estas personas enviadas a manicomios han muerto como resultado del "mal trato".
El archipiélago de instituciones Ankang (paz y salud) de China es poco conocido en el mundo. Las veinte o más instituciones de este tipo son administradas por el Ministerio de Seguridad Pública y son departamentos provinciales subordinados. Los disidentes políticos y otros de categorías similares que son presentados ante los psiquiatras forenses del gobierno son con frecuencia tratados como los más "serios y peligrosos" de todos los malhechores que supuestamente sufren de enfermedades mentales, y deben enfrentarse al confinamiento obligatorio en estas misteriosas instituciones.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
The passing of America’s preeminent foreign-policy thinker and practitioner marks the end of an era. Throughout his long and extraordinarily influential career, Henry Kissinger built a legacy that Americans would be wise to heed in this new era of great-power politics and global disarray.
reviews the life and career of America’s preeminent foreign-policy scholar-practitioner.
Cuando el presidente de China, Jiang Zemin, fue al Foro Global de Fortune en Hong Kong, el presidente ejecutivo de la Time-Warner, Gerald Levin, le dió un premio nombrado en honor de Abraham Lincoln. El presidente Jiang regresó hace poco a esa reunión global de líderes de negocios pero, afortunadamente, no recibió el premio de nuevo. Parece que hasta los jefes occidentales que le tienen afecto a China encuentran difícil elogiar a Jiang ahora que reprime al movimiento espiritual del Falun Gong encarcelando a sus miembros o encerrándolos en hospitales psiquiátricos.
El confinamiento forzoso de muchos miembros del Falun Gong en manicomios es parte central de esta campaña. Los grupos de apoyo al Falun Gong en ultramar han documentado más de cien de esos casos. Según las estimaciones, la cantidad de personas que están siendo "tratadas" de esta manera alcanza los 600. Se ha reportado que tres de estas personas enviadas a manicomios han muerto como resultado del "mal trato".
El archipiélago de instituciones Ankang (paz y salud) de China es poco conocido en el mundo. Las veinte o más instituciones de este tipo son administradas por el Ministerio de Seguridad Pública y son departamentos provinciales subordinados. Los disidentes políticos y otros de categorías similares que son presentados ante los psiquiatras forenses del gobierno son con frecuencia tratados como los más "serios y peligrosos" de todos los malhechores que supuestamente sufren de enfermedades mentales, y deben enfrentarse al confinamiento obligatorio en estas misteriosas instituciones.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in