BASILEA – En los primeros meses de la crisis de la covid-19 —la fase aguda—, el principal efecto económico fue una contracción de la liquidez, que los gobiernos contrarrestaron con agresivos estímulos monetarios y fiscales. Pero ahora que la pandemia se ha prolongado, la crisis está entrando en una nueva fase marcada por riesgos de solvencia notablemente más elevados para las empresas. Las autoridades se enfrentan a un dilema: ¿cómo pueden respaldar a las empresas que lo necesitan sin sostener a aquellas que no son viables?
BASILEA – En los primeros meses de la crisis de la covid-19 —la fase aguda—, el principal efecto económico fue una contracción de la liquidez, que los gobiernos contrarrestaron con agresivos estímulos monetarios y fiscales. Pero ahora que la pandemia se ha prolongado, la crisis está entrando en una nueva fase marcada por riesgos de solvencia notablemente más elevados para las empresas. Las autoridades se enfrentan a un dilema: ¿cómo pueden respaldar a las empresas que lo necesitan sin sostener a aquellas que no son viables?