¿Cuándo va a despertar Estados Unidos ante lo que está ocurriendo en América Latina? La creciente influencia del presidente izquierdista de Venezuela, Hugo Chávez, está proyectando una sombra oscura sobre la región. Algunos países, como Chile, Colombia y Costa Rica, siguen comprometidos con regímenes progresistas democráticos y orientados al crecimiento. Sin embargo, este año los aliados de Chávez obtuvieron el poder en países como Ecuador y Bolivia, y por poco lo logran en otros. En México, Andrés Manuel López Obrador -admirador de Chávez - se habría hecho con la presidencia, posiblemente de por vida, si hubiera convencido a apenas un cuarto por ciento más de votantes mexicanos a que se inclinaran por él.
En momentos en que casi todo el resto del mundo está implementando con éxito economías de mercado más flexibles, ¿por qué América Latina se desvía peligrosamente hacia otra dirección? ¿Porque algunos votantes no se dan cuenta de que la región ha estado disfrutando de la mayor estabilidad económica que ha tenido en décadas? ¿O porque no valoran el tener una inflación de un solo dígito, en comparación con el promedio regional de más de un 300% de hace 12 años?
Afortunadamente, al menos la mitad de los votantes de la región valoran estas mejoras; de lo contrario, la situación sería mucho peor. Sin embargo, el cisma creciente entre la izquierda y la derecha ha producido un preocupante nivel de parálisis en las políticas.
¿Cuándo va a despertar Estados Unidos ante lo que está ocurriendo en América Latina? La creciente influencia del presidente izquierdista de Venezuela, Hugo Chávez, está proyectando una sombra oscura sobre la región. Algunos países, como Chile, Colombia y Costa Rica, siguen comprometidos con regímenes progresistas democráticos y orientados al crecimiento. Sin embargo, este año los aliados de Chávez obtuvieron el poder en países como Ecuador y Bolivia, y por poco lo logran en otros. En México, Andrés Manuel López Obrador -admirador de Chávez - se habría hecho con la presidencia, posiblemente de por vida, si hubiera convencido a apenas un cuarto por ciento más de votantes mexicanos a que se inclinaran por él.
En momentos en que casi todo el resto del mundo está implementando con éxito economías de mercado más flexibles, ¿por qué América Latina se desvía peligrosamente hacia otra dirección? ¿Porque algunos votantes no se dan cuenta de que la región ha estado disfrutando de la mayor estabilidad económica que ha tenido en décadas? ¿O porque no valoran el tener una inflación de un solo dígito, en comparación con el promedio regional de más de un 300% de hace 12 años?
Afortunadamente, al menos la mitad de los votantes de la región valoran estas mejoras; de lo contrario, la situación sería mucho peor. Sin embargo, el cisma creciente entre la izquierda y la derecha ha producido un preocupante nivel de parálisis en las políticas.