stiglitz238_mag2018_GettyImages-697527658 Getty Images

La recuperación riesgosa de la economía global

NUEVA YORK – Hace un año predije que el aspecto más distintivo del año 2017 iba a ser la incertidumbre, impulsada por, entre otras cosas, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y la votación del Reino Unido a favor de dejar de pertenecer a la Unión Europea. Parecía que la única certeza era la incertidumbre – y que el futuro podría tornarse en un lugar muy engorroso.

Lo que en los hechos ocurrió fue que, si bien 2017 no fue un año particularmente bueno, fue un mejor año de lo que muchos temían. Trump demostró ser tan grandilocuente y errático como se esperaba. Cualquiera que presta atención a sólo sus incesantes tuits podría llegar a pensar que Estados Unidos se bambolea entre una guerra comercial y una guerra nuclear. Trump fue capaz de insultar a Suecia un día, a Australia al día siguiente, y a continuación a la UE – y, luego procedió a apoyar a los neonazis que se encuentra dentro de su propio país. Además, los miembros de su gabinete plutocrático rivalizaron entre sí en términos de tener conflictos de intereses, ser incompetentes y actuar con absoluta necedad.

Hasta la fecha, sin embargo, a pesar de algunos retrocesos regulatorios preocupantes, especialmente con respecto a la protección ambiental, la combinación de las instituciones estadounidenses y la incompetencia de la administración Trump se tradujo en que existe (afortunadamente) una enorme brecha entre la fea retórica del presidente y lo que él realmente ha logrado.

https://prosyn.org/heduYsues