buruma166_BRENDAN SMIALOWSKIAFP via Getty Images_trump pence hats Brendan Smialowski/AFP via Getty Images

Superar el trumpismo

NUEVA YORK – Butler, Pensilvania, es un pequeño pueblo acerero al norte de Pittsburgh, con una población de 13 000 personas. Donald Trump es muy querido allí. Una residente del lugar, Nadine Schoor (63), describió con estos términos al New York Times sus sentimientos acerca del presidente: «Veo al presidente Trump como miembro de la familia; la familia es el país (…) Y él es el padre. Es muy firme y no le preocupa lo que piense la gente, con tal de hacer lo que sabe que está bien».

Los encuestadores, los demócratas y los progresistas en general subestimaron otra vez el entusiasmo y la fortaleza numérica de simpatizantes de Trump como Schoor. Aunque Joe Biden consiguió, por escaso margen, la victoria, hay millones de personas que piensan (y votaron) como ella: que Trump es «uno de nosotros», padre y salvador.

El hecho de que se haya subestimado a esos votantes y la confianza infundada en una victoria aplastante de Biden son prueba del abismo creciente que se ha abierto entre el Estados Unidos urbano, educado, más o menos progresista y el Estados Unidos rural y de clase trabajadora. Como otros partidos progresistas del mundo occidental, el Partido Demócrata representaba en otros tiempos los intereses de la clase trabajadora, sobre todo la clase trabajadora blanca, pero a menudo también los trabajadores de color. Los republicanos representaban los intereses de las grandes empresas y de las clases acomodadas.

https://prosyn.org/5XXEMFFes